En esta temporada invernal en la que las temperaturas descienden de manera considerable, tomando en cuenta los cambios bruscos d temperatura, suele presentarse con frecuencia padecimientos asociados con la mala circulación sanguínea.
El especialista en neurofisiología Arturo González Mondragón, adscrito al Hospital de Gineco Obstetricia del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) Delegación Estado de México Poniente, señaló que en estas fechas suele incrementarse las consultas por padecimientos o eventos cerebrovasculares de tipo embólico y hemorrágico.
El especialista mencionó que las personas más susceptibles de padecer alguna enfermedad tromboembólica son quienes rebasan los 65 años de edad, sin embargo destacó que el resto de la población no se encuentra exenta de padecerlos.
Entre los factores de riesgo están: la hipertensión arterial, enfermedades crónicas degenerativas, diabetes y obesidad.
El movimiento es el factor clave para contrarrestar y prevenir este tipo de padecimientos, por lo que es indispensable realizar alguna actividad física al menos media hora al día, (gimnasia, aerobics, caminar, andar en bici, trotar, bailar) asimismo realizar actividades que activen la mente (juegos de mesa, platicar, leer en voz alta).
Los tejidos más susceptibles son el cerebro y el corazón, por lo que la terapia física y ocupacional es la mejor opción para disminuir los riesgos y prevenir un infarto cerebral o alguna embolia.
Los síntomas que generalmente se presentan, son: pérdida de movilidad de algún miembro, dolor de piernas, deterioro crónico cognitivo y pérdida de la memoria, el especialista refirió que en caso grave pueden presentarse secuelas fisiomotrices, parálisis facial o paraplejia, por lo que resaltó la importancia de acudir a revisión médica para determinar un diagnóstico oportuno.
El tratamiento que generalmente se ocupa es la administración de adelgazadores de la sangre con la finalidad de evitar o contrarrestar la ruptura de vaso sanguíneo, medicamentos bajo prescripción médica.
