La piel cultivada para pacientes quemados principalmente, es lo más reciente que se desarrolla en el Banco de Tejidos del estado de México, pues con tan solo con un centímetro cuadrado se puede fabricar en tres semanas un metro de este órgano, suficiente para dar al paciente una mejor calidad de vida luego de haber sufrido algún incidente del que resultó quemado.
La directora general del Banco de Tejidos estatal, Inés Díaz, explicó que una vez que llega el paciente, se le toma una pequeña porción de su piel “y le vamos a producir piel para él, principalmente es para personas quemadas”.
Otra forma de que a la persona accidentada se le reconstruya la parte afectada, es por medio de piel sintética que se llama epifas, sin embargo, solo ocho centímetros cúbicos de piel de este tipo cuesta alrededor de siete mil 500 pesos y cuando el paciente tiene gran parte de su piel quemada, el costo se puede elevar hasta el millón 200 mil pesos “y hay que cambiarla cada 48 horas, es muy cara, la finalidad es hacer la piel cultivada, hacerle al paciente su piel y disminuir los costos al Instituto de Salud del Estado de México y mejorar la calidad de vida del paciente quemado, ofertarle otro tipo de oportunidades al sobrevivir a una quemadura importante”, enfatizó la experta.
Otra manera de que el Banco de Tejidos del Estado de México, se haga de piel, es a través de donación cadavérica, es decir, que los familiares de la persona fallecida donen el órgano al instituto para que se tome la piel de la espalda, de la cara y los lados posterior y lateral de los muslos.
“Una vez que se toma la piel se envía al Banco de Tejidos y ahí se fracciona, se deshidrata y cuando se aplica solo se hidrata con solución y se coloca en el paciente, todo esto es gratuito, el instituto absorbe el costo y en cada uno de los casos el 80 o 90 por ciento son exitosos”, indicó Inés Díaz.
Actualmente, el Banco de Tejidos del Estado de México, cuenta con 23 especialistas, entre médicos, bioquímicos, químicos biólogos, ingenieros biomédicos e ingenieros en biotecnología.