Una cucharadita de azúcar contiene 16 calorías y un alto consumo de ésta provoca enfermedades crónicas como la diabetes, hipertensión, arterioesclerosis, obesidad, cáncer, Alzheimer, candidiasis, eczema y síndrome premenstrual.
Un estudio de la Universidad de Stanford en California, Estados Unidos, advierte que el azúcar es 8 veces más adictiva que la cocaína.
Por otro lado, el azúcar reduce las ganas de comer alimentos nutritivos como las verduras, lo que puede resultar en carencias nutricionales.
Desde el punto de vista de los nutricionistas, la sacarosa no contienen ninguna de las vitaminas o minerales que el cuerpo necesita para procesarla, por lo que no aporta nutrientes sino que roba al organismo minerales y vitaminas, principalmente las del grupo B.
De acuerdo con el estudio, el 80% de los alimentos contienen azúcares añadidos, en forma de sacarosa, fructosa, glucosa, lactosa, dextrosa y azúcar morena, mismos que al ingerirlos hacen que el sistema inmunológico se debilita durante 6 horas, lo que nos deja más vulnerables a los gérmenes, virus y bacterias nocivas.
Los expertos en salud recomiendan evitar el consumo de alimentos procesados con alto contenido de azúcar como los refrescos, bebidas endulzadas, salsa de tomate, pan y golosinas, para evitar que el organismo produzca más insulina, generando ansiedad y sensación de hambre.
