El sector industrial del valle de Toluca levantó a voz y reclamó el estado de avenidas como José López Portillo, el bulevar Aeropuerto y la carretera Toluca-Naucalpan.
En sus palabras, en materia del estado de las vialidades, Toluca está hecha pedazos.
Desde luego, estamos frente a la falta de mantenimiento. A la indolencia y abandono en el que los responsables del mantenimiento han dejado a calles y avenidas. Pero también a la falta de responsabilidad de quienes tendrían que cuidar las vialidades desde el punto de vista del tamaño y peso de las unidades a motor que transitan por ellas.
Cualquier día, a cualquier hora, en vialidades en las que está prohibido el tránsito de unidades pesadas, es posible ver la circulación de autobuses, tracto camiones y vehículos de carga, cuyos pesos y dimensiones terminan por dañar el asfalto. Sin que intervenga la autoridad de tránsito correspondiente. Este tipo de comportamientos, de conductores y autoridades, sucede, por cierto, en cualquier punto del estado.
Así que sí, Toluca está hecha pedazos. Y otros puntos de la geografía mexiquense, en una combinación de abandono, dejadez, condiciones climáticas y desgobierno.