Barruntos de opacidad

0
573

La elección de rectora de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM) será histórica. Desde luego, porque se elegirá por primera vez a una mujer para estar al frente de la Universidad Autónoma del Estado de México en 200 años de existencia de la institución de educación superior. Pero sobre todo, por el aura de sospecha y barruntos de opacidad, de manejos sombríos, que se han dado desde que comenzó el proceso.

Lo que está ocurriendo con la elección de rectora de la UAEM es triste. Lo que pudo haber sido una elección luminosa y clara, pasa por momentos lúgubres de los que el rector Carlos Barrera no parece enterarse. O si lo hace, aunque esté de por medio el prestigio de la UAEM, no parece dar señales de interés.

Todo comenzó con la negativa injustificada de darle el registro a la exdirectora de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, Laura Benhumea.

Y se ha empañado con la idea, nunca desmentida por el rector Barrera, de que Eréndira Fierro es la “candidata oficial”. Y con sucesos inconcebibles, como la burda forma en la que se intentó acallar a un estudiante del Plantel Nezahuacóyotl de la Escuela Preparatoria, la Prepa 2, por protestar contra la elección. O los amagos vía sistemas de mensajería hacia algunos universitarios.

Estos hechos, aparentemente inconexos, entretejen un escenario obsceno y cochambroso, que el rector ha preferido dejar pasar sin percatarse de que puede detonar un conflicto de mayores proporciones, según sea el resultado de la elección. Retraído, aislado en la burbuja que le han creado, todavía pudiera dar el paso para despejar dudas.

Aunque algunas voces señalan que tal vez ya abandonó el barco que lanzó en la sucesión.

La divulgación de un audio que supone una mancha más al proceso arroja más dudas. Si es falso o verdadero, no ha habido un pronunciamiento sólido. Se ha dicho es que “manipulado” pero eso no desmiente su existencia. Que fue obtenido de forma ilegal, y eso solo encamina a pensar en un grado alto de certeza de su autenticidad.

Y ademas, ya se asegura en algunos círculos universitarios que existe una grabación completa. Que este hecho acelera una auditoría forense que ya estaba prevista. Y que una candidata dejará la contienda para que emerjan María José, Patricia y hasta Laura.

Es triste el momento político que vive la UAEM. Sin olvidar a los avechuchos que “zopilotean” el proceso y en vez de ayudar a fortalecerlo, arrojan más suspicacias, tanto que ya hay quien se pregunta si no fueron ellos los que arrojaron la bomba de este 23 de abril.

Comentarios

comentarios