Ayer 5 de mayo, se conmemoró el aniversario de la Batalla de Puebla. Un acontecimiento que celebran con especial interés Estados Unidos y Canadá, al tratarse del primer triunfo de una fuerza armada del Continente Americano sobre otra de origen europeo, como fue Francia.
Hasta el gobierno de Donald Trump, los festejos en la Casa Blanca eran los de mayor realce, al grado de que artistas mexicanos se presentaban a cantar y había fiesta. El año pasado, dada la percepción y relación de Trump con México y la migración mexicana, fue uno de los eventos más sobrios, de tipo protocolario, que este mismo año se advierte con la sola declaración del mandatario estatounidense de que se reconoce «los notables logros de los mexicoamericanos y las muchas contribuciones que han hecho y continúan haciendo» a Estados Unidos.
No obstante el recato de Trump, la Batalla de Puebla sigue siendo para los mexicanos un suceso histórico de unidad e identidad nacional que Ignacio Zaragoza remarcaría con aquello de: “Las armas nacionales” se cubrieron “de gloria. Las tropas francesas se portaron con valor en el combate y su jefe con torpeza”.
Escucha aquí el comentario de Patricia Maldonado:
