Investigadores de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard en Estados Unidos aseguran que los bebés que son amamantados después de 2 horas de su nacimiento tienen 33 por ciento más riesgo de mortalidad neonatal, mientras que en los bebés que inician la lactancia 24 horas después, el riesgo aumenta a 85 por ciento.
El estudio realizado con 136 mil recién nacidos revela que al iniciar la lactancia materna durante una hora posterior al parto, el lactante recibe el calostro materno, que puede disminuir el riesgo de translocación microbiana y se acelera la maduración intestinal por lo que promueve la resistencia a las infecciones.
Además, en los bebés que son amamantados momentos después de nacer se reduce la hipotermia y se fomenta el apego y la unión a través del contacto cercano con la madre.
La conclusión de los investigadores es que el inicio temprano de la lactancia materna reduce la mortalidad infantil.
