Recostarse de lado permite al cerebro librarse de las sustancias que podrían contribuir a enfermarlo y causarle procesos degenerativos en el futuro, así lo aseguran investigadores de la Universidad Estatal de Stony Brook, Nueva York.
Para llegar a esta conclusión los investigadores analizaron una serie de imágenes de resonancia magnética en movimiento de la llamada “vía glinfática”, un complejo sistema que elimina del cerebro los desechos y otros compuestos químicos nocivos.
Entre los desperdicios cerebrales eliminados por el sistema glinfático se incluye el péptido amiloide y las proteínas tau, que son unos productos químicos que afectan negativamente a los procesos cerebrales si se acumulan, y que pueden contribuir al desarrollo de alzhéimer y otras enfermedades similares de carácter neurológico.
La conclusión del estudio es que dormir sobre un costado del cuerpo contribuye a eliminar eficazmente los residuos del cerebro, en comparación con descansar sobre la propia espalda o el estómago, por lo que adoptar esta posición lateral puede ser una práctica importante para reducir las probabilidades de desarrollar alzhéimer, párkinson y otras enfermedades neurológicas.