El anuncio del presidente de la república de que quiere cambiar la dinámica de sus conferencias de prensa matutinas para que primero hable él y luego otros funcionarios, ha generado cuestionamientos del tipo de si ya se cansó, la audiencia está a la baja o quiere darle protagonismo a las acciones de su gobierno rumbo al proceso electoral del próximo año. También no faltó quien dice que le sugirieron reposo. Asimismo, hay quien apoya la decisión para ver si ahora sí trabaja y no solo habla.
Estas palabras son las que se leen en redes sociales mientras el último reporte de encuestas del 2023 es que la conferencia de la mañana ha perdido popularidad y que tres de cada 10 personas la ven, según Poligrama.
Por otro lado, se halla que el presidente estaría diciendo en promedio 103 mentiras o 230 por ciento más que Trump, en su momento de mandatario, de acuerdo con Spin-Taller de Comunicación Política.
El punto es si tú has visto las conferencias, qué opinión tienes, si modificarías algo; si te parece un ejercicio democrático o palabrería, censura y victimización, narcisismo o mentira porque desde la perspectiva del presidente son para informar al pueblo.
Lo que sí se tiene que decir es que ningún presidente se había expuesto a diario a la opinión pública para responder a los medios y periodistas con todo y que no hemos dejado de ver a seudo comunicadores elogiando y haciendo preguntas a modo. La última palabra la tienes tú. Si decides ver las conferencias y lo haces en forma crítica, de duda, de reflexión, de afirmación o cuidado.