La campaña que busca desincentivar el consumo en restaurantes tipo franquicia y la compra de productos en tiendas de origen Norteamericano traerá solo mayores afectaciones al mercado local, la generación de empleos y pondrá en riesgo las inversiones de mexicanos.

Aseguró que en el caso de la compra de productos que son importados de Estados Unidos también se esta trabajando con el fin de privilegiar a los productores nacionales sustituyendo la compra de frutas, verduras, lácteos, abarrotes e incluso refrescos y bebidas embriagantes por marcas de origen mexicano, con lo que se busca en efecto fortalecer el mercado interno y buscar mayor autonomía en el sistema de proveeduría nacional.
Indicó que este ejercicio, que de inicio puede resultar engorroso por las modificaciones que deben hacerse en la ejecución de pedidos y las órdenes de compra en realidad es algo que debio adoptarse desde hace varios años y que podría traer además reducción de costos para las empresas locales.