Hace un año Jacinto, de 69 años de edad y de oficio albañil fue diagnosticado con cáncer de colon; su vida cambió de inmediato dejó la pala y el cemento por dos consultas a la semana en el Centro Oncológico del Instituto de Seguridad Social del Estado de México y Municipios.
De este nosocomio sale en silla de ruedas, una operación le dejo casi inmóvil su pierna derecha, lo que no permite que pueda caminar libremente.
Lo acompaña una de sus hijas, en total tiene nueve, cinco mujeres y cuatro hombres, unos ya murieron. Con papeles en brazo su hija e hijo le dan fuerzas para subirse al taxi que toma afuera del Oncológico para trasladarse a la Terminal de Autobuses de Toluca, para ahí desplazarse hasta Jiquipilco, de dónde son originarios.
El amor de su familia, dice, es lo que le da fuerza para seguir adelante y luchar contra el cáncer de colon que lo mantiene en tratamiento.
Para don Jacinto estar en una silla de ruedas no ha sido sencillo, pues está acostumbrado al trabajo, relata que antes de que cumpliera 15 años se dedicaba a la agricultura, ahí forjó su carácter; sin embargo, las necesidades de la casa lo orillaron a dedicarse a uno de los oficios más pesados físicamente. Trabajador de la construcción.
De ahí que diga fuerte y con entereza que el cáncer de colon será vencido, asegura, con el favor de Dios.
El 4 de febrero se conmemora el Día Mundial del Cáncer, y a nivel nacional ocupa una de las primeras causas de mortalidad.
