La doctora Marta Tarasco Michell, investigadora en la Facultad de Bioética en la universidad Anáhuac, explicó que los profesionales en la salud han perdió el interés en sus pacientes comprometiendo el bienestar de las personas por los intereses económicos y prácticas médicas que vulneran la salud de los pacientes.
Durante su participación en el Diplomado de Voluntades Anticipadas que ofrece el Hospital Adolfo López Mateos en la ciudad de Toluca, la investigadora explicó que las prácticas médicas que implementan algunos profesionales de la salud son derivadas de los deseos de las personas para mejorar su apariencia física o emocional comprometiendo su salud física.
Por lo que, la especialista de la Facultad de Bioética, propone que los intereses económicos y el propio desinterés del médico con su paciente son los principales factores que generan la necesidad de reflexionar las prácticas médicas así como el acercamiento con sus pacientes.
“La bioética, surge de la necesidad que los profesionales de la salud tienen, deben reflexionar con tanta biotecnología compleja que tenemos y también han cambiado muchos conceptos, reflexionar en que si lo que estamos haciendo es algo bueno o no y si es realmente un bien que le estamos haciendo al paciente”, detalló.
Señaló que actualmente los médicos se han visto en un dilema tras el avance en la biotecnología y el deseo de los pacientes por mejorar condiciones físicas, sin embargo, muchas de estas prácticas médicas pudieran vulnerar los principios éticos de los médicos.
Sugirió la necesidad de una reflexión por parte del personal médico entorno a las prácticas que solicitan y desean los pacientes. En este sentido ejemplificó las prácticas estéticas que los especialistas aplican con la finalidad de mejorar la apariencia de las personas y que pudieran dañar la integridad física del paciente.
Otros temas de análisis y reflexión en los que deben poner mayor atención los profesionales de la salud son: análisis de las propuestas legales y no legales que existen en beneficio de los pacientes, considerando que algunas de estas no son éticas.
De igual manera también invita a la reflexión del gasto público aplicado en el sector salud que se destina a este tipo de medicina del deseo que, asegura, es motivada por necesidades inherentes a al bienestar de las personas.
