Cerca del 60 por ciento de las personas, principalmente mujeres, que hace uso de las redes sociales o navega en internet pueden caer en alguna red de trata de personas para ser explotadas sexualmente al interior del país.
De acuerdo con las estimaciones de la activista en contra de la trata de personas en México, Rosa María de la Garza Ramírez, mejor conocida como Rosy Orozco, los conflictos familiares o adicciones potencializa la vulnerabilidad de las víctimas quienes encuentran un refugio en sus “tratantes”, pero que terminan siendo explotadas sexualmente.
“Tristemente más del cincuenta y siete por ciento, más de la mitad puede caer en estas redes por su vulnerabilidad, porque están en adicciones porque hay violencia en casa, porque hay desintegración familiar, eso les hace vulnerables y cualquiera pudiera caer en estar redes”.
Durante su visita a la capital del estado de México para encabezar “la caminata local para abolir la esclavitud con cada paso” junto al comisionado de los derechos humanos en la entidad, Jorge Olvera García, Orozco expuso que sólo el 1 por ciento de las víctimas que desaparecen, entre infantes y mujeres, logra regresar a casa. El 99 por ciento termina en explotación laboral.
En este evento también acudió Karla Jacinto, sobreviviente de la trata de personas y presa de la explotación sexual desde los 12 y hasta los 16 años de edad, y quien fue víctima de entre 30 a 40 violaciones diarias por cuatro años en diferentes ciudades del país.
En México, la Fundación Walk Free tiene un registro de 367 mil víctimas de trata en México en su modalidad laboral, mientras que la Fundación Scelles en Francia registra más de 500 mil víctimas en situación de explotación sexual, comentó la activista mexicana.
Además de la explotación sexual, refirió que la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) registra, en el sector agrícola, la explotación laboral de hasta 2 millones de personas, de las cuales solo el siete por ciento cuenta con un contrato legal y sólo el cuatro por ciento cuenta con derechos de salud.
Rosy Orozco destacó el trabajo de la Comisión de Derechos Humanos en el Estado de México (CODHEM) quien no reporta quejas o denuncias por casos de trata de personas o explotación sexual, y a quien definió como un ejemplo a nivel nacional en las acciones en contra de este delito, además de trabajo del gobierno estatal quien decidió cerrar los giros negros en el territorio mexiquense, contrario a los estados de Zacatecas, Aguascalientes, Nayarit, Morelos y Baja California Sur, siendo estos últimos los de mayor preocupación en el tema.