Basada en testimonios de siete personas y un dictamen de balística, la Procuraduría capitalina estableció la red que vincula a los siete presuntos secuestradores arraigados de la banda de «La Flor», que serán consignados por el secuestro y homicidio del menor Fernando Martí Haik.
Los detenidos son Sergio Humberto Ortiz Juárez, «El Apá», el supuesto líder de la banda, y Lorena González Hernández, «La Lore», policía federal señalada como la encargada de la logística del plagio.
También están detenidos los hermanos Noé e Israel Cañas Ovalle, acusados de vigilar la casa de los Martí y cuidar a Fernando durante el cautiverio; y Marco Antonio Moreno Jiménez, acusado de robarse el auto donde dejaron el cuerpo del menor, y quien recibió una llamada de un celular desde el que se realizaron las negociaciones.
Los otros arraigados son el comandante de la Policía Judicial, José Luis Romero Ángel, y el agente Fernando Hernández Santoyo, quienes presuntamente participaron en dos secuestros con el mismo modus operandi que el de Fernando.
El primer testigo que sirvió para vincular al «Apá» con los hermanos Cañas fue Édgar Ayala Hernández, detenido la semana pasada, quien declaró que dio información a Noé para que secuestrara a un empresario de Tláhuac.
También dijo, según la PGJDF, que dos personas conocidas como «El Tío» y «El Arañas» atentaron contra Ortiz Juárez porque no les pagó lo pactado por un plagio.
Al hombre le encontraron una pistola calibre .22, que aparentemente es la misma que se utilizó para dispararle al «Apá».
Otro testimonio que tiene la PGJDF es el de dos reos que declararon que «La Lore» los detuvo, torturó y acusó de secuestro. Eso ha servido a la dependencia para concluir que la mujer sabe hacer retenes.
Un comerciante de Tepito declaró que «El Apá» y «La Lore» lo extorsionaron y exigieron que les informara en qué momento llegaba droga al Barrio Bravo. Gracias a ello, las autoridades concluyeron que ambos trabajaban juntos.
También cuentan con otro testigo que señala que vio a Ortiz Juárez acudir al Sport City de Loreto, al que también iban Fernando y su padre, Alejandro Martí.
Además, las autoridades tienen la declaración de una persona del interior de la República que se comunicó al celular del Procurador, Miguel Ángel Mancera, y que identificó a los implicados en presencia de la Comisión de Derechos Humanos del DF (CDHDF).
Dijo que ambos traficaban armas e iban a ver a un familiar suyo, y que Moreno Jiménez los acompañaba.
El último testimonio es el de un vecino de la Colonia Paseos de Churubusco, que identificó al «Apá» como un comandante y señaló que llevaba, junto con un hombre joven, motos y autos de lujo a la casa marcada con el número 20.
A los judiciales arraigados se les vincula con la banda porque el escolta de Fernando que sobrevivió al plagio, Cristian Salomones Flores, describió que fueron llevados a una casa de seguridad muy parecida a la que detalló otra víctima de un secuestro, que identificó a los policías.
