Celebra Beneficencia Privada a los abuelitos en su día

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En el marco del Día Internacional del Adulto Mayor, la Asociación de Beneficencia Privada del Estado de México para Auxilio a Ancianos, Institución de Asistencia Privada (IAP), legalmente constituida ante la Junta de Asistencia Privada (JAPEM), celebró a los abuelitos albergados en el asilo con un festival compuesto por actividades recreativas, comida y servicio espiritual.

Promueve la Asociación de Beneficencia Privada del Estado de México para Auxilio de Ancianos, IAP la dignificación y respeto al adulto mayor en las familias y en la sociedad (Foto: Especial).

En este sentido, el presidente del Patronato del Asilo, Miguel Ángel Mena Alarcón, señaló que la institución cuenta con el apoyo del Gobierno del Estado de México, gracias a la participación de la IAP en las distintas convocatorias del Programa Acciones para el Desarrollo (PAD), que gestiona la JAPEM.

Indicó que a través de estos apoyos que brinda la Secretaría de Desarrollo Social, se ha rehabilitado y acondicionado el inmueble con celdas solares, para contar con agua caliente que se utiliza para la calefacción del asilo y se cambió toda la cancelería en puertas, ventanas y baños.

Además, dijo, la JAPEM también apoyó con la adquisición de una camioneta para el traslado de los abuelitos, además se construyó un elevador que permite el desplazamiento de una planta a otra con mayor comodidad, para quienes utilizan silla de ruedas, bastón y andadera.

La institución brinda resguardo a quienes sus familiares ya no pueden cuidar debido a su ritmo de vida, sin embargo, en la mayoría de los casos, los adultos mayores son abandonados en el albergue.

De igual forma, existen otros casos, en los que la persona llega por voluntad propia pues ya no puede valerse por sí misma, y decide buscar un lugar donde poder estar. Tal es el caso de la señora Rosa María Hernández, de 75 años de edad.

El asilo proporciona un lugar digno dónde vivir, así como alimentación, atención médica, terapia física y ocupacional para las ancianas y ancianos albergados. Está atendido por cuatro religiosas, cinco auxiliares, tres enfermeras, un licenciado en terapia física y rehabilitación, y tres voluntarios que se encargan de proporcionarles, no sólo los cuidados que necesitan, sino un hogar.

Por su parte, Miguel Ángel Mena comentó que la sociedad en general, especialmente los jóvenes, han dejado de ver a los adultos mayores y de tener cuidado hacia ellos, lo cual representa una pérdida, debido a que gracias a ellos tenemos una historia familiar y un legado cultural.

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