Pese a la pequeña colección de billetes que alberga el Museo de Numismática de la Ciudad de Toluca comparado con la que tiene el Museo Nacional de Numismática, hay por lo menos 195 años de historia desde que se fabricó el primer espécimen en 1823 en la época de Agustín de Iturbide.
Este billete cuyo tamaño es casi el de una hoja tamaño carta, es uno de los más raros que exhibe este Museo, pues significa la completa transformación de las transacciones en el país, pasando del trueque a la fabricación de moneda y luego al uso del papel como forma de cambio, una situación que para muchos mexicanos resultaba incluso «absurdo» pensar que una hoja de papel tuviera algún tipo de valor.
Otros billetes cuya historia los hace destacar de entre los demás, son aquellos que fueron utilizados únicamente por empresarios para realizar grandes transacciones como importaciones o exportaciones.
Estos especímenes no fueron de uso común ya que su denominación de 500 y mil pesos no estaba al alcance de los bolsillos de los mexicanos en la época de la Revolución, pues aunque pudieran adquirirlos, lo más caro en esa época era el kilo de manteca que costaba únicamente 1 peso.
De acuerdo con el personal del museo, exhiben alrededor de cien billetes de un universo de mil, pero que por falta de espacio y por darle prioridad a la moneda sólo están a la vista del público los que se consideran más representativos en la historia mexicana.
«Nos falta espacio y le dan más importancia a las monedas por la importancia que tuvo México que fue potencia mundial en la fabricación de monedas» afirmó.
En el marco de la presentación del nuevo billete de 500 pesos donde aparece el rostro de Benito Juárez, en el recorrido que realizó el equipo de Así Sucede, se dio cuenta que este personaje ha sido utilizado por lo menos en otras dos ocasiones en la época de la Revolución, en las denominaciones de 5 pesos y 50 centavos.
Finalmente es de resaltar que este martes el Museo de Numismática cumplió 31 años desde su inauguración el 28 de agosto de 1987 realizada por el gobernador en turno, Alfredo Baranda García, cuya ubicación estaba en la calle Nicolás Bravo y posteriormente se traslado a la calle Miguel Hidalgo con el objetivo de ser el primer museo especializado en numismática en el país.
