Las redes sociales están llenas de casos de gente que dice que después de hablar en voz alta sobre un tema empezó a encontrar anuncios relacionados al mismo en su celular. ¿Coincidencia?
Todo comenzó con un accidente de coche. Estaba planchando cuando mi madre vino a decirme que un amigo de la familia había muerto en un accidente de tráfico en Tailandia. Mi teléfono estaba en la mesa detrás de mí.
Poco después, cuando utilicé el motor de búsqueda, en el texto sugerido por el buscador apareció el nombre de nuestro amigo y las palabras, «accidente de moto, Tailandia» e incluso el año. Me sobresalté porque estaba seguro de que no había usado mi teléfono en el momento de la conversación.
Casi cada vez que menciono mi caso a otras personas estas tienen una historia similar, basada principalmente en publicidad.
Otra persona tuvo una charla en profundidad con su hermana acerca de un tema de impuestos, y al día siguiente le apareció un anuncio en Facebook sobre expertos fiscales que ofrecen asesoramiento sobre esta cuestión exacta.
Un reportero mencionó como un colega masculino se encontró anuncios en línea sobre toallas sanitarias después de discutir con su esposa sobre menstruaciones en el coche. Pero, seguramente si el micrófono se activa y el teléfono está enviando los datos, la duración de la batería sería aún peor de lo que es ahora y el uso de datos individuales se dispararía.
El experto en seguridad cibernética Ken Munro y a su colega David Lodge de Pen Test Partners afirman que es posible que una aplicación espíe de esta manera.
Crearon una aplicación prototipo, y se pusieron a hablar en las proximidades del teléfono y vieron que sus palabras aparecían en una pantalla de ordenador portátil situada cerca. «Todo lo que hicimos fue utilizar la funcionalidad existente de Google Android. Lo elegimos porque era un poco más fácil para nosotros desarrollarlo», dijo Munro.
«Nos dimos permiso para usar el micrófono del teléfono, configuramos un servidor de escucha en internet, y todo lo que el micrófono oyó en ese teléfono, dondequiera que estuviera en el mundo, llegó a nosotros, lo que nos permitiría enviar de vuelta anuncios personalizados». Nos llevó dos días organizar todo el asunto.
No era perfecto, pero funcionaba prácticamente en tiempo real y sin duda era capaz de identificar la mayoría de las palabras clave. La descarga de la batería durante nuestros experimentos fue mínima y, mediante Wi-Fi, no afectó a ningún plan de datos. «Reutilizamos una gran cantidad de código que ya está ahí fuera», dijo David Lodge.
«Ciertamente, el usuario no se daría cuenta de lo que estaba sucediendo. Es bastante fácil de crear». «No soy tan escéptico ahora», dijo Ken Munro. «Hemos demostrado que se puede hacer, funciona, lo hemos hecho. ¿Ocurre? Probablemente».
Sin embargo las principales firmas tecnológicas, sin embargo, rechazaron absolutamente tal idea. Google dijo que «categóricamente» no utiliza lo que llama «expresiones» –los sonidos de fondo antes de que una persona dice: «OK Google» para activar el reconocimiento de voz– para la publicidad o cualquier otro propósito. También dijo que no comparte audio adquirido de esa manera con terceros.
Sus capacidades de escucha sólo se extienden a la activación de sus servicios de voz, dijo un portavoz. Igualmente, se indica en su política de contenido para los desarrolladores de aplicaciones que las aplicaciones no deben recoger información sin el conocimiento del usuario.
Dijo que los anuncios de Facebook se basan únicamente en torno a la información compartida por los miembros de la red social y sus hábitos de navegación en otros lugares. Otras grandes compañías tecnológicas también han negado el uso de la técnica.