Todas las mañanas, los alumnos de un jardín de niños en Rusia utilizan esta técnica siberiana.
Se ponen sus trajes de baño. Calientan su cuerpo en un sauna, y después salen al frío, para jugar con agua a temperaturas bajo cero, y así combatir la gripe.
Aunque esta actividad no tiene un sustento científico, ha sido parte del programa de acondicionamiento físico de esta escuela por mas de quince años, en el que los niños se divierten.
El resultado de utilizar esta práctica es la baja incidencia de niños resfriados.
La energía que los niños aportan a sus familias, les permite disfrutar de un estilo de vida saludable. Y tener una sensación positiva de hacer deporte y verter agua sobre ellos mismos.
Pero esta curiosa práctica no solo previene resfriados, Eugene Vasetskaya, directora del jardín de niños, asegura que también incrementa sus niveles de energía, haciendo que los niños sean mas felices.