La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, delegación Estado de México, determinó suspender de manera temporal las actividades del Bioparque Estrella a efecto de aclarar las razones por las que se determinó sacrificar al tigre que el pasado domingo escapó de su jaula y mató a su cuidador.
El delegado de dicha instancia en la entidad, José Luis Santos, dijo que tal medida obedece al procedimiento administrativo que se inició en contra del zoológico tras este incidente.
En sí, lo que se quiere es determinar si los administradores del lugar trataron de confinar al animal y tenerlo vivo o sedarlo con dardos. «Por parte de la Profepa estamos declarando la suspensión de actividades del parque de forma temporal hasta que no hagamos una revisión de los planes de manejo de las diferentes especies que se manejan en este lugar».
La tarde de este martes fue levantado el cuerpo del felino para iniciar un procedimiento de necropsia por parte de alguna institución oficial, como puede ser la UNAM o la UAEM, con el fin de determinar si el escape se debió a un trato no adecuado y el estado del animal antes de ser sacrificado. El felino, un tigre siberiano cuya especie está en peligro de extinción, tenía 6 años de edad, pesaba 250 kilos y compartía su jaula con una hembra.
Cabe señalar que de acuerdo con las primeras indagaciones, el cuidador del felino, Herminio Rodríguez, habría cometido un error al cerrar las compuertas del albergue donde dormía el animal, y al cerrar la jaula se percató que el animal habría salido de este resguardo para internarse en el bosque que rodea a este zoológico.
De acuerdo con Rogelio Cortés Cruz, director operativo de la Agencia de Seguridad Estatal (ASE), el sacrificio se produjo a las 01:30 horas. Informó que el sacrificio respondió a que el animal estaba herido y agresivo, y que fue una decisión que tomó el personal del parque. «Justamente fue localizado y sacrificado la madrugada del martes, como se había informado se encontraba dentro del perímetro del Bioparque; en este momento, después de su sacrificio no se tiene ningún problema en la zona, no hay riesgo para la población».
El Bioparque, ubicado al norte del Estado de México, era resguardado por 15 elementos de la ASE y 10 empleados del centro, quienes realizaron horas previas al encuentro con el animal un cerco para evitar que éste saliera de sus instalaciones. Ello generó una serie de críticas por parte de especialistas, quienes consideraron absurdo que se determinara sacrificarlo, toda vez que existen métodos para lograr su captura.
