Tenía que pasar una circunstancia como el nuevo coronavirus para que se suspendiera la venta y ganancias que genera la comida rápida en las salas de cine.
Escucha el comentario de Patricia Maldonado. Dale play:
El gobierno de la Ciudad de México anticipó que una vez que reabran los cines de la capital mexicana estará prohibido el consumo de palomitas, refrescos, hot dogs, nachos, dulces y demás. El propósito es frenar el contagio del COVID-19.
De esta manera, las principales ganancias que le genera a los dueños de las salas de cine el consumo de alimentos se verá mermada y es que, tan solo basta comparar el precio de un boleto de cine con el costo de los alimentos o productos y que oscilan hasta 300 por ciento más que en cualquier otro establecimiento.
Además, solo podrán estar juntas dos personas durante las proyecciones. Se espera que las nuevas medidas entren en vigor en cuanto se active el semáforo amarillo.
Con las nuevas medidas en las salas cinematográficas volveremos a lo que antes era el cine: para ver y concentrarnos en las películas aunque esto equivalga a pérdidas para un sector que nos acostumbró a comer primero en intermedios y luego durante las funciones completas.
