Entre las características fundamentales de los políticos está el cinismo. El caso más reciente, el del presidente de la república, Enrique Peña Neto, quien declaró en entrevista, que el tiempo le dará la razón en torno a sus acciones y resultados al frente del gobierno federal.
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El mandatario saliente ignora o minimiza los hechos de corrupción en su administración por exgobernadores, secretarios de Estado y funcionarios de nivel medio, además de los propios en la denominada Casa Blanca y la adjudicación de concesiones y obras a amigos y conocidos.
Parece no tener presente la fuga de El Chapo, el revés por no armar debidamente los casos de Elba Esther Gordillo y Javier Duarte, en Veracruz; el aumento a los feminicidios; el índice histórico de homicidios y Ayotzinapa.
Por otro lado, la humillación de Donald Trump, el aumento de la deuda externa, las ríspidas negociaciones del TLC; las grandes obras inconclusas; el desorden fiscal, la miseria.
El presidente Peña Nieto alude al tiempo en su defensa. El antídoto al cinismo.
