¿Cómo se erradica la corrupción?, ¿exhibiéndola?, ¿atacándola?. Los estudiosos del tema señalan que en principio, deben detectarse las causas, condiciones y contexto en que tiene lugar la corrupción a fin de determinar sus características, redes que la tejen y estructuras a las que impacta.
En segundo lugar, estableciendo estrategias, generales y específicas, con sustento jurídico, para promover y fomentar acciones sistemáticas de control, de denuncia, de combate y de supervisión.
Así pues, surge la pregunta de si en el actual gobierno federal, que ha vociferado ir contra la corrupción, se parte de información documentada, de un plan y su aplicación y verificación. De mecanismos formales de actuación.
La respuesta apunta a ser no ya que el diagnóstico que se ha hecho de la corrupción se adolece de datos o cifras; de una estrategia que infiltre a la corrupción. No podemos negar que han habido apercibimientos, intenciones pero nada táctico y consecuente. La fórmula de combate a la corrupción ya existe: son fundamentos más implementación de acciones concretas.
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