Por falta de promoción, sobredemanda y la precaria economía de los mexiquenses, ha originado que vendedores de disfraces disminuyan sus ventas hasta en un 70 por ciento en comparación con el año pasado, mencionan que en años pasados comercializaban hasta 15 atuendos de Halloween al día y actualmente apenas venden dos.
Comerciantes ubicados en la Plaza España, refieren que en administraciones pasadas los apoyaron con actividades culturales y de entretenimiento, lo que incentivó sus ventas y mejoró la afluencia de personas al bazar ubicado a un costado de la Iglesia del Carmen; sin embargo, mencionan que durante este año poca ha sido la difusión de sus productos.
Añaden que para mejorar sus ventas toman medidas extraordinarias como promocionarse a través de redes sociales, o poner música para atraer a los clientes; además de bajar costos aunque de esto dependa sus ganancias, sobretodo porque durante este año la demanda de disfraces de Halloween se elevó considerablemente.
Los disfraces que mayormente se ven son aquellos relacionados con series extranjeras como “La Casa de Papel”, o películas como “Halloween”, “La Monja”, “Annabell” y “Coco”; además de los tradicionales vestidos de la catrina, llorona, y brujas de todos los tamaños, cuyos precios oscilan entre los 200 y los 500 pesos.
Reconocen que aunque en menor medida, la iglesia ha influido para que sus ganancias bajen pues ha mostrado su descontento en la tradición de pedir dulce o truco.
