De origen humilde, cansados, con ámpulas en los pies y dolores musculares, cientos de peregrinos originarios del Valle de Toluca, han comenzado a llegar desde las 10:00 de la mañana aproximadamente, a uno de los santuarios más visitados del país, para venerar al Señor de Chalma.
Para el caso de algunos pueblos, la travesía comenzó el lunes, otros el martes, siguiendo dos rutas diferentes, una por el poniente, peregrinos de Toluca, Temoaya, quienes caminaron por la capital del Estado, Metepec, Tenango y Malinalco; la segunda ruta, por el oriente Temoaya, Otzolotepec, Xonacatlán, Lerma, Ocoyoacac, provenientes de estos municipios quienes pernoctaron la noche de ayer en Capulhuac y Santiago Tianguistenco.
Todos, originarios de las Comunidades con historia de ascendencia en los pueblos originarios de nuestro país, en su mayoría Otomí. El sincretismo, mandas y devoción, envuelven las peregrinaciones al hoy conocido Santuario del Señor de Chalma, que de acuerdo a algunas tradiciones orales, es una peregrinación de visita, de hermandad, visita que ya no es de vuelta, al perderse con el tiempo esa costumbre.
Esta peregrinación ha sido calendarizada a coincidir el miércoles de ceniza, con el sincretismo que se da al unirse dos culturas distintas, aprovechando el mito de la aparición del Cristo de Chalma, ocurrida según la tradición, el 1 de julio de 1539, el cual sustituyó el centro de adoración dedicado a Oztoteotl, Dios de las cuevas, del pecado, juez y vengador, y que era la advocación de Tezcatlipoca negro.
De esta manera, el centro de peregrinación prehispánico fue sustituido por el agustino, aprovechando el culto que se desarrollaba en el lugar, por lo que hoy, con una tradición ceremonial ancestral, se da inicio a la cuaresma católica, que es la antesala, de la semana santa.
