La migración de mexicanos y otras nacionalidades hacia Estados Unidos es la más baja en muchos años, como resultado de la política del presidente Donald Trump, en un contexto de violación de derechos humanos, una política inhumana y de extrema crueldad, incluso con quienes tienes viviendo más de una década en ese país, y graves tensiones entre grupos de la sociedad norteamericana y gobiernos estatales con el gobierno federal de esa nación.

El segundo y último día del foro «Migración en tránsito y derechos humanos», organizado por El Colegio Mexiquense y la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México, permitió escuchar los llamados de integrantes de la sociedad civil a ver la dimensión humana e individual del fenómeno migratorio y el papel del Estado de México como receptor y expulsor de migrantes en las últimas décadas.
Asimismo, se expuso la situación en las fronteras sur y norte de México, la participación del crimen organizado en el fenómeno migratorio y los problemas de salud mental que aquejan a mujeres, infancias y hombres, los abusos de todo tipo y un contexto de criminalización de los migrantes, especialmente en Estados Unidos, donde han sido catalogados como «invasores» por el presidente Donald Trump.
En las conclusiones, el presidente de El Colegio Mexiquense, Raymundo César Martínez García, destacó la presencia y participación de investigadores de 10 instituciones académicas, tres gubernamentales, cuatro de la sociedad civil y 130 asistentes «comprometidos con esta causa vital».
Asimismo, señaló la necesidad de un enfoque integral y humanitario de la migración y de una política mexicana que ponga a la persona en el centro y preste especial atención a mujeres, infancias, adultos mayores e integrantes de la comunidad LGBTQ+.
La conferencia magistral de cierre fue ofrecida por Tonatiuh Guillén López, profesor-investigador del Programa Universitario de Estudios del Desarrollo de la UNAM, quien dijo que en 2025 se vive la más baja migración de la historia reciente, por la coyuntura más extrema antiinmigrante por parte de Donald Trump, siendo México parte y socio complaciente de la ruta de contención y de freno.
Analizó en especial lo sucedido de 2020 a la fecha, aseguró que no es normal migrar internacionalmente, a menos que haya un quiebre en la vida de las personas, y dijo que ha habido una recomposición de los flujos migratorios y una militarización tanto en Estados Unidos -donde se viven tensiones crecientes de pronóstico reservado- como en México al aplicar la política del presidente norteamericano.
Guillén López, ex presidente de El Colegio de la Frontera Norte y ex comisionado del Instituto Nacional de Migración, hizo un recuento de las situaciones a que ha llevado dicha política, como que haya habido solo 12 mil encuentros con migrantes en mayo pasado, de los cuales 8 mil corresponden a mexicanos, cuando en 2023 fueron alrededor de 300 mil.
Vio con reserva y de pronóstico reservado la situación en Estados Unidos, por la organización de las comunidades de descendientes de migrantes que han sido expulsados y por el anuncio del presidente Trump de multiplicar el presupuesto antiinmigrante en 2026.
Habló asimismo de la situación de los migrantes internacionales que se han quedado varados en el país, de los mexicanos repatriados que no tienen un lugar a donde volver en México por llevar muchos años fuera, de la supresión de avances en derechos de minorías y mujeres, de los pleitos jurídicos en proceso en EU y la dureza, y de la abierta crueldad y desprecio por la vida que está en la política del presidente Trump.
Al iniciar la jornada del segundo día de trabajos en Santa Cruz de los Patos, sede de El Colegio Mexiquense, la mesa de trabajo permitió conocer la labor de Hospitalidad y Solidaridad, en Tapachula, en voz de Fernanda Acevedo, quien informó que hay migrantes rusos y afganos en los últimos movimientos.
Dinorah Arceta Casanova, responsable del área de incidencia del Instituto para las Mujeres en la Migración, AC, destacó la creciente presencia de mujeres inmigrantes y la persistencia de la violencia de género entre los problemas más graves, junto con el desplazamiento forzado interno en México que, cuando menos, ha llevado a la salida de 300 mil personas de sus comunidades.
Joel Rosales Quiñonez, visitador adjunto de la Codhem, detalló el trabajo de esta en la atención de los migrantes, y el reverendo Efrén Velázquez Gutiérrez, de la Iglesia Anglicana de México, habló de las necesidades espirituales y de salud mental de los migrantes ante las condiciones extraordinarias que viven.
Jorge Alberto Pérez Cobo, de Uno de Siete Migrando, AC, se refirió al papel del crimen organizado en la migración, de la cual, dijo, tiene el control, y detalló la situación de Chihuahua, y María Inés Barrios de la O, de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, detalló el contexto migratorio y el papel de los espacios de atención.
Otro momento de mucha participación se dio en la mesa redonda dedicada al libro Escenarios de las movilidades y las migraciones contemporáneas en el Estado de México, editado por la UAEMéx, que fue comentado en detalle por Carlos Alberto González Zepeda, de la UAM-Lerma, con las participaciones de la coordinadora de la obra, Ana Elizabeth Jardón Hernández, y de las coautoras Itzel Hernández Lara, Zoraida Ronzón Hernández y Lucía Cristina Ortiz Domínguez.
El foro fue resultado del convenio de colaboración que tienen El Colegio Mexiquense y la Codhem, y contó con una participación destacada de alumnas de la Universidad Intercultural del Estado de México y sus maestras, así como de investigadores y estudiantes de otras instituciones de la entidad y el país.
En la inauguración de la jornada y en la clausura emitieron mensajes Miguel Adolfo Guajardo Mendoza, secretario general de El Colegio Mexiquense, y Bernardo Jorge Almaraz Calderón, director del Instituto de Investigaciones y Formación en Derechos Humanos de la Codhem, en representación de Myrna Araceli García Morón, presidenta del organismo.