Conmemoran 209° aniversario luctuoso de Miguel Hidalgo y Costilla

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Para Juan Maccise Naime, diputado del grupo parlamentario del Partido Revolucionario institucional (PRI), el 209° aniversario luctuoso de Miguel Hidalgo y Costilla representa un momento para renovar el compromiso con la historia y para honrar y rendir un tributo al hombre que inició la independencia de México y que sentó con ello las bases para la construcción de la nación.

Juan Maccise Naime, diputado del grupo parlamentario del Partido Revolucionario institucional (Foto: especial).

“Es nuestro compromiso contribuir a consolidar una nación donde se garanticen los derechos fundamentales de todos los mexicanos; derechos que hoy estamos obligados a proteger y fomentar decididamente”, enfatizó el legislador al presentar, en nombre del grupo parlamentario del PRI, un posicionamiento con motivo del aniversario luctuoso.

La guerra de independencia enfatizó, fue la vía para terminar con el despotismo, la tiranía y la esclavitud, para que hoy el ejercicio de la democracia sea la vía que permite acercarse a una sociedad más justa.

Ante el Pleno legislativo, Juan Maccise afirmó que Hidalgo fue el hombre en que se conjuntaron inteligencia, determinación y congruencia para llevar a cabo la lucha que hoy es fundamento histórico, político y social de México.

Su primer decreto de abolición de la esclavitud destacó, fue sólo el inicio de una lucha por la igualdad, la equidad y la justicia; “contienda que aún no ha concluido”. Además, la libertad por la que luchó precisó, comprendía la capacidad real de elegir con responsabilidad, conocimiento y educación entre diversas opciones.

Miguel Hidalgo, añadió, pagó con su vida comenzar el aniquilamiento histórico de las condiciones políticas y sociales que privilegiaban un oprobioso estado de injusticia para grandes sectores de la población. Ello, luego de ser capturado por las fuerzas realistas, enjuiciado, degradado de su condición sacerdotal y sentenciado a muerte.

Al amanecer del 30 de julio de 1811, indicó, fue fusilado en Chihuahua, su cuerpo decapitado y su cabeza enviada a Guanajuato para ser exhibida dentro de una jaula de hierro, junto con las de Ignacio Allende, Juan Aldama y José Mariano Jiménez, en las cuatro esquinas de la alhóndiga de Granaditas, donde permanecieron durante diez años.

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