Abierta el 10 de diciembre del año 2008, la Fonoteca Nacional se convirtió en la institución encargada de preservar el patrimonio sonoro del país, con el cual, aún hoy podemos conocer los sonidos que décadas atrás se convirtieron en un referente de la cultura mexicana.
Mediante registros y catálogos, la Fonoteca Nacional alberga un amplio contenido de documentación sonora; para la cual es necesario pasar por todo un proceso dividido en las etapas de identificación, diagnóstico, inventario, conservación, digitalización y catalogación.
Gracias a la Internet, podemos acceder a un material diverso creado por la Fonoteca Nacional disponible en su página de internet, desde podcast semanales, efemérides sonoras hasta un Mapa Sonoro de México.
Sin duda, una de las secciones más llamativas es la de “Sonidos en peligro de extinción”, un apartado dividido en tres categorías: Lenguas Indígenas, Animales y Oficios; siendo éste último el medio por el cual podemos revivir aquellos sonidos que alguna vez fueron comunes escuchar en las calles mexicanas pero que hoy están por desaparecer.
El afilador, el organillero, el merenguero, el camotero, el pajarero; entre otros, son algunos de los oficios que por años dieron un toque de color a México pero que hoy en día es casi imposible escuchar; sobre todo en las ciudades.
Con este apartado de la Fonoteca Nacional, los adultos pueden rememorar aquellas tardes de paseo en las que era común escuchar algunos de esos sonidos y a la vez, mostrar a las nuevas generaciones lo que poco a poco ha ido desapareciendo.
En la página de la Fonoteca Nacional también se encuentran disponibles obras de reconocidos compositores mexicanos como Manuel M. Ponce, Carlos Chávez, Silvestre Revueltas, Arturo Márquez, José Pablo Moncayo, entre otros. Las obras son interpretadas por orquestas como la Filarmónica de la Universidad Nacional Autónoma de México, la Orquesta Sinfónica Nacional, la Orquesta Sinfónica México-Americana y la Orquesta Sinfónica de Londres.
