Con las banderas de 31 países como muestra de hermandad y fraternidad, los versos llenos de pasión, fuerza y sentimiento de los participantes en el Segundo Festival Internacional de Poesía José María Heredia 2018, que impulsa la administración de Fernando Zamora Morales, conquistaron a los asistentes durante su primer día, en que la capital se consolida como el crisol donde se funde la poesía mundial y como ciudad vanguardista que hará resonar el arte de la palabra en escuelas y espacios públicos.
Como gran apertura, la poeta jordana Asma Mohammad Alhaj deleitó al público con tres bellas poesías en su lenguaje natal, que con su capacidad interpretativa lograron romper la barrera del idioma y transmitir sentimientos de amor, gozo y libertad; por su parte, los italianos Emilio Coco y Zingonia Zingone, así como Mite Stefoski, de Macedonia, leyeron bellos versos que la población hizo suyos como parte de este festín cultural.
Con un nudo en la garganta y lágrimas en los ojos, la poeta nigeriana Uchechi Kalu conmovió a chicos y grandes con su obra, después de explicar que «estoy pensando en mi mamá, pienso que ella no siente que como mujer tiene voz, y hoy tengo la oportunidad de representarla y a todas las mujeres africanas, para decirles que sí, tienen voz, así que gracias».
Esta fiesta literaria continuó con los poemas de la canadiense Martha Tremblay y del mexicano Jorge Contreras, director del Festival, para tener como máximo colofón al toluqueño Alfonso Sánchez Arteche, que engalanó el Aula Magna de la Universidad Autónoma del Estado de México con sus obras, en las que demuestra que Toluca es cuna de grandes artistas.
Por otra parte, los poetas invitados se mostraron alegres por conocer la ciudad y formar parte de este bello Festival de Poesía, organizado por la administración municipal que encabeza Fernando Zamora Morales, en ese sentido, Augusto Lemus, de la República de Cuba dijo: «es extraordinario desde varios puntos de vista, primero porque es una oportunidad excepcional de que nos encontremos poetas de distintas latitudes comprometidos con la poesía, la paz y la proyección social; luego, el proyecto está tan bien organizado que nos permite contactar con el pueblo, que recibe el beneficio de estos versos que amadamente nosotros hacemos, es un festival extraordinario de un gran significado social, cultural y literario, que surge desde el mismo corazón de la sociedad al ser impulsado por el gobierno local, un mérito digno de ser imitado por los otros gobiernos y por nuestros países».
