Seguramente usted ya lo sabe o ha vivido, pero ahora con la pandemia del COVID-19 ha aumentado el número de consultas por videoconferencias y seguimiento médico vía chat. Y es que por un lado, el celular, el iPad, iPhone y la computadora han resultado útiles para atender a los pacientes sin necesidad de que los médicos pongan en riesgo su salud, al igual que presten sus servicios sin limitantes de distancia.
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Por otro lado, la tecnología posibilita hablar directamente con el paciente y preguntarle cómo se siente pero también revisar los estudios que se le han hecho; basta una cámara o scaner en el celular para compartir el historial del enfermo.
Desde luego, no todos pueden acceder a lo que relato, como tampoco a depositar el monto de la consulta vía aplicación de celular.
Es asunto sin embargo, es que seguridad y tecnología están presentes en esta pandemia y quizá con un ingrediente adicional: mejores y más ganancias a los médicos porque se evitan traslados, riesgos, pueden atender alrededor de diez pacientes al día y dar seguimiento a varias decenas más.
