Lo de “Vete a la tienda por una Coca” ya no tendrá efecto en Oaxaca. Con la decisión de la Cámara local de Diputados de que niñas, niños y adolescentes ya no podrán comprar refrescos, ahora será los papás quienes deban acudir a las tienditas.
Escucha aquí el comentario de Patricia Maldonado. Dale play:
La medida es para disminuir el consumo de bebidas gaseosas y por tanto de azúcar, lo que pondrá a prueba a los padres de familia en su capacidad de preparar agua con frutos naturales, acercar agua pura a la familia o que haya agua pura porque hay que recordar que en comunidades rurales alejadas, y no se diga de Oaxaca, a falta de agua potable, se toma una Coca u otro refresco. Las cifras arrojan que cada mexicano consume en promedio 163 litros de refresco al año, 40 por ciento más que Estados Unidos, y esto nos hace estar en la posición número uno del planeta en ingesta de refresco.
La consecuencia del alto consumo de bebidas gaseosas ya la sabemos todos: sobrepeso, obesidad, diabetes y males cardíacos; graves problemas de salud pública entre la población mexicana.
Posiblemente, a la decisión de los diputados de Oaxaca se sumen otras entidades y el poder de decisión y convicción de los daños del refresco al menos recayó en lo adultos.