Habitantes de la comunidad de Santa María Tepezoyuca, Ocoyoacac, estado de México, denuncian ser víctimas de despojo de sus tierras por parte de la comunidad vecina de San Jerónimo Acazulco. La pugna por los terrenos se remontan al año de 1946, pero se ha reavivado con la construcción del tren México-Toluca.
El motivo, expuso Gustavo Olivares, director jurídico y de amparos de la Central Campesina Cardenista, es para engañar y exigir a las autoridades federales una nueva indemnización por daños y prejuicios en el territorio, derivado de la construcción del Tren interurbano México Toluca.
“Con el despojo de las tierras indígenas aluden que les pertenecen y luego solicitan el amparo de la justicia federal engañando a los jueces de distrito diciendo que son sus tierras para aprovecharse de una percepción económica”, señaló.
Cabe recordar que pobladores de la comunidad señalada, representada por Marcelino Narváez de la O, se manifestaron frente a palacio de gobierno el pasado 25 de enero denunciando daños a mantos acuíferos, valiéndose de intimidaciones contra los comuneros.
Al mismo tiempo presentaron un tercer recurso legal que impidió continuar con las obras, el cual fue otorgado por el Juzgado Segundo de Distrito en Materia de Amparo y Juicios Federales, con sede en el estado de México bajo el argumento de que la construcción afectaba 32 hectáreas del territorio ejidal.
Sin embargo, el director jurídico y de amparos de la Central Campesina Cardenista desmintió dichos daños ambientales, y asegura que solo es una estrategia para recibir una nueva indemnización, ya que en 2015 lograron obtener un pago por 300 millones de pesos.
En este sentido, los habitantes de Santa María Tepexoyuca aseguran no estar en contra de la construcción del tren México-Toluca y no exigen pago alguno por sus tierras, sin embargo, en caso de existir alguna remuneración solicitarán obras en beneficio de la comunidad como: parques recreativos, zonas turísticas, de fomento al deporte, auditorio, campo de alto rendimiento para atletas.
Actualmente la comunidad afectada ya cuenta con tres recursos legales para restablecer el estado de derecho; uno por parte del Juzgado Tercero de Distrito y dos más por Tribunal Unitario Agrario
Añadieron que la comunidad de San Jerónimo Acazulco, no debe existir ya que en los años 30 fue expropiado por el gobierno federal como parte de la construcción del parque la Marquesa, misma situación que sufre la comunidad de San Juan Coapanoaya, éste último expropiado en los años 70 por un total de 940 hectáreas por donde pasará el tren Interurbano.
Sin embargo, representantes de San Jerónimo Acapulco, aseguran también les pertenece.
La pugna viene de una resolución presidencial de reconocimiento y titulación de tierras de 1946, que le reconoció la propiedad de forma mancomunada a Tepezoyuca y San Jerónimo Acazulco, de unas mil 735 hectáreas, incluyendo la zona conocida como El Portezuelo, aunque los habitantes de Tepezoyuca aseguran desde entonces que tienen los títulos originales de las tierras. Este conflicto se ha reavivado periódicamente, incluso con enfrentamientos entre habitantes de ambas comunidades.
