El titular del Órgano Interno de Control de la Universidad Autónoma del Estado de México, Victorino Barrios Dávalos, comentó que a 10 días de que asumió funciones se encontró que los encargados de la Contraloría anterior no le dejaron nada.
Explicó que dentro de las primeras acciones que llevó a cabo en su cargo, fue solicitar información a las diferentes áreas; sin embargo, estas le pidieron una prórroga ya que en este momento están atendiendo la auditoría que está llevando a cabo el Órgano Superior de Fiscalización del Estado de México.
«No me dejaron nada, nada, ni un papel ni una hoja ni un lápiz. No tengo yo los asuntos que estaban en trámite», destacó.
Aseguró que esto no detendrá el trabajo que hará al interior de la Universidad pues quiere retribuirle lo que tanto le ha dado a su vida y que conforme pase el tiempo llegará la información para detectar si existen dobles plazas, vehículos de lujo, consumos que no se justifican, entre otros aspectos. Dijo que a esta fecha ya ha tenido un promedio de 15 reuniones con estudiantes y académicos que le han hecho de su conocimiento abusos, omisiones, excesos y que los ha orientado para ver cómo pueden proceder; además de que en algunas facultades quieren conocer de sus atribuciones.
Por ello, destacó que en la máxima casa de estudios no hay intocables en el nivel que sea, ya sea académicos, investigadores, personal administrativo o hasta el propio rector.
“¿A qué vengo? A serenarlos, pónganse tranquilos, que vayan entiendo que el estado ya cambio, la modernidad y un estado modesto es la aspiración de la sociedad ahora, nada de opulencias, de excesos, que se haga las cosas con austeridad, con moderación”, enfatizó. Informó que la Auditoria Superior de la Federación ya le ha hecho un requerimiento de información en torno a una investigación sobre el uso de 180 millones de pesos de ejercicios fiscales anteriores.
