Como parte del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, se dio a conocer que en los últimos meses han habido 31 feminicidios en el estado de México. Dicho en otros términos, tres veces a la semana han asesinado a una mujer en territorio mexiquenses.
¿Esto se puede prevenir? Por supuesto. En un acto de valentía de la mujer que inicia con la percepción de sí misma, lo que quiere y busca lograr. Y no es asunto de clase social o de edad sino de darse cuenta.
El perfil del feminicida lo han construido los criminólogos a partir de un rasgo común: el control que ejerce el hombre sobre la mujer. De lo que dice y hace, desde que se levanta hasta que se acuesta. Y suele empezar en el noviazgo.
Siempre quiere saber dónde estás; pide que hagan todo juntos; elige las amistades en común y decide que el celular es también el de él. ¡Cuida lo que es suyo! Es su expresión característica.
El control sobre la mujer da seguridad y comodidad a muchas mujeres. Pero, ¿realmente es lo que se quiere?, ¿Que se disponga de la voluntad propia?
A menos que no se quiere decir nada, hacer nada y ser nada.