Ingenieros y biólogos han aunado esfuerzos para diseñar un nuevo “material viviente”, una lámina de hidrogel biocompatible, resistente y elástica, en la que se han inyectado células vivas que están programadas genéticamente para iluminarse en presencia de ciertas sustancias.
Los investigadores han demostrado el potencial del nuevo material para la detección de sustancias, tanto en el cuerpo humano como en el entorno.
El equipo fabricó varios sensores ponibles a partir del hidrogel dotado de células, incluyendo un guante de goma con yemas que resplandecen después de tocar una superficie contaminada químicamente, y vendajes que se iluminan cuando se los presiona contra ciertas sustancias químicas en la piel de una persona.
El diseño de este singular material viviente, obra del equipo de Xuanhe Zhao, Xinyue Liu, Tzu-Chieh Tang, Eleonore Tham, Hyunwoo Yuk y Shaoting Lin, del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), en Cambridge, Estados Unidos, se podría adaptar para detectar otras sustancias y agentes contaminantes, y para su uso en ámbitos que van desde la investigación en el escenario de un crimen y dentro de la ciencia forense en general, hasta la monitorización de agentes contaminantes y diagnósticos médicos.
El grupo ha desarrollado también un modelo teórico para ayudar a otras personas a diseñar materiales y dispositivos vivientes parecidos y lograr que funcionen de la forma más eficiente posible. Indica cosas como el grosor de la capa de hidrogel que se debería usar, la distancia entre canales, cómo crearlos por estampación, y cuántas células (bacterias) utilizar.
Zhao prevé que acabarán fabricándose productos hechos a partir de materiales vivientes, como guantes y suelas de goma recubiertos con hidrogel sensible a determinadas sustancias del entorno, o vendajes, parches e incluso ropa que podría detectar señales de infección o enfermedad.