La pérdida de sangre puede costar la vida. Muchas personas mueren en accidentes de tránsito y domésticos a causa de hemorragias que no pudieron detenerse a tiempo.
Para abordar esta problemática, científicos de la Universidad de Florida Central (UFC), desarrollaron un “vendaje” que apunta a revolucionar los primeros auxilios y, por lo tanto, a salvar vidas.
“Estas muertes suelen ocurrir en los primeros 30 minutos a una hora. Nuestra idea era desarrollar una solución muy simple que pudiera tener eficacia hemostática en ese tiempo”, explicó Kausik Mukhopadhyay, profesor de ciencia e ingeniería de materiales y coautor del estudio.
La solución se llama SilFoam. Es un apósito hemostático que se expande en forma de espuma y que puede controlar las hemorragias graves causadas por lesiones traumáticas. Dicho de otro modo: un gel que, en contacto con la sangre, se transforma en una esponja antimicrobiana capaz de detener el sangrado grave.
El gel contiene siloxanos, (compuestos de silicio y oxígeno) y se inyecta con una jeringa especial de dos cámaras. En menos de un minuto, se expande hasta convertirse en una espuma esponjosa que ejerce presión dentro de la herida para detener el sangrado. “Por cada cinco mililitros de gel inyectados, se puede esperar una expansión de unos 35 mililitros”, dice Mukhopadhyay.
Según anticipan desde la Universidad, es de bajo costo, fácil de usar, y podría ser utilizado por profesionales de la salud, socorristas, fuerzas militares y de seguridad.
“Siempre que hay una hemorragia profusa o sangrado, hay que presionar la parte superior para detenerlo”, explicó el científico. “Así que lo que hicimos aquí es lo mismo. En lugar de poner la mano, la inyectamos y crea una expansión voluminosa”.
Ciencia y colaboración para salvar vidas
El gel contiene óxido de plata, que le aporta las propiedades antimicrobianas. Este componente fue desarrollado por Melanie Coathup, profesora de la UCF.
“Evaluamos las bacterias que normalmente infectan una lesión traumática en el torso y nuestros resultados demostraron que el material era muy eficaz, por lo que utilizarlo dentro del sistema de vendaje y confirmar su eficacia como una novedosa estrategia hemostática y antibacteriana es un importante hallazgo”, explicó la científica.
“La propiedad adhesiva de este vendaje está optimizada para que, al retirarlo, los vasos más pequeños no se rompan. Tiene la cantidad justa de aditivos para que pueda adherirse a los músculos, venas y arterias y que la sangre no se escape”, afirmó.
Los investigadores probaron el innovador vendaje utilizando maniquíes anatómicos, desarrollados por la empresa local SIMETRI, con vasos sanguíneos realistas. El equipo pudo comprobar que el gel funcionaba efectivamente, con menos fugas y un almacenamiento más sencillo.
Los científicos destacaron que en esta fase se usaron modelos no invasivos. No obstante, una vez conseguidas las aprobaciones, avanzarán en las pruebas en modelos vivos, en colaboración con el Centro Médico de la Universidad de Nebraska para evaluar más a fondo el potencial de SilFoam para salvar vidas.
La colaboración entre expertos en materiales y medicina fue clave para asegurar que el vendaje no solo detuviera el sangrado, sino que también fuera seguro y fácil de retirar, minimizando el daño a los tejidos.