Tres de cada cinco libros comercializados en Toluca son pirata, así lo consideraron vendedores de libros en la capital del estado de México, lo que representan pérdidas de hasta el 15 por ciento en las ganancias de los comerciantes establecidos.
Añaden que a nivel nacional representantes de la industria editorial mexicana afirman que cuatro de cada 10 libros en el mercado son piratas y calculan en dos mil 500 millones de pesos las pérdidas anuales por este delito.
Son los padres de familia quienes fomentan este tipo de actividades ilícitas, principalmente por economía, pues estos ejemplares son hasta 50 por ciento más baratos que los comercializados en tiendas oficiales.
Para poder identificar un libro pirata es necesario identificar la textura y la tipografía así como el color de la portada; además de que los libros apócrifos están mal alineados y generalmente no corresponde el texto con el original.
De 2007 a 2015, la Procuraduría General de la República (PGR, hoy FGR) decomisó 388 mil 802 textos piratas. De 2016 a 2018 la cifra fue de 37 mil 385, de acuerdo con la Dirección General de Control y Registro de Aseguramientos Ministeriales.
