Se acabó diciembre con sus fiestas y ahora viene la cuesta de enero.
Cuesta porque hay que retomar las labores habituales que incluyen para los adultos trabajo con un horario y responsabilidades específicas a cumplir y para los estudiantes regresar a la escuela donde también hay horario y actividades que si no se entregan tiempo y bien, el resultado será no pasar de grado escolar.
Cuesta porque nuestras finanzas personales están al límite debido a gastos y los bajos ingresos y sobre todo cuesta por la situación económica del país que está vilipendiada.
La cuesta de enero es esfuerzo físico y mental de cada uno para retomar y seguir adelante con lo que se venía haciendo. Para enfrentar las circunstancias y adversidades. Para decidir cambiar o quedarnos como estaban.
Enero es cuesta arriba. Y se pasa más rápido encarándola.
