Ya que están por iniciar las campañas a la gubernatura del estado de México hay que tener mucho cuidado con las promesas que hacen los candidatos y los partidos políticos porque no faltarán las que sean poco creíbles o una burla. Me refiero en particular al anuncio a cargo del Partido de la Revolución Democrática en el que rechaza que el kilo de la tortilla valga 20 pesos o más y para lo cual ofrece un tortibono.
En inicio, la decisión de contar con un subsidio a la tortilla radica en una votación mayoritaria en la Cámara de Diputados y para lo cual el PRD es minoría hoy en día por lo que tendría que hablar primero con las bancadas parlamentarias de otros partidos para llegar a un acuerdo y hacer una propuesta al pleno legislativo y luego, si están de acuerdo se vote a favor. Asimismo, se tiene que analizar de dónde se obtendrían los recursos para lograr el subsidio.
Por otro lado, la idea del PRD no es nueva; viene de los años ochentas con la crisis económica que caracterizó al gobierno del entonces presidente Miguel de la Madrid Hurtado. Se vendían vales a la gente de escasos recursos para comprar las tortillas a bajo precio y aunque al principio funcionó luego se dijo que no se repartían los kilos completos, que no se usaban en la gente pobre o se repartían a cambio de votos. Bien se dice que el prometer no empobrece pero ya es indispensable poner un alto al abuso de la inteligencia y necesidades de los demás.