Las bajas temperaturas características del otoño resecan la piel, lo que deja a la dermis vulnerable a las impurezas, dando un aspecto apagado o problemas cutáneos.
Durante la época de frío los padecimientos más frecuentes son la xerosis o sequedad extrema de la piel, la cual puede desencadenar otros problemas cutáneos y en las personas que padecen problemas circulatorios, estos pueden agravarse cuando el termómetro desciende.
En esta época del año también la piel sufre de deshidratación dado que el frío disminuye la humedad relativa del aire y llega a secar considerablemente la epidermis.
Aquí te dejamos unos consejos para que cuides tu piel y luzcas saludable:
- Exfolia tu piel para retirar las impurezas y las células muertas
- Hidrata tu piel, sobre todo la cara ya que está más expuesta a las agresiones externas como cambios de temperatura, exposición a la contaminación y los cambios de clima
- Usa filtro solar, la exposición al sol siempre es peligrosa ya que puedes contraer cáncer
- No abusar de los baños de agua caliente, porque perjudican la epidermis y son malos para la circulación. Además, tras la ducha se aconseja terminar siempre con un chorro de agua fría, sobre todo en las piernas
- Usar un jabón de calidad y apropiado para cada tipo de piel, prefiere los neutros
- Tener especial cuidado con los cambios bruscos de temperatura al entrar y salir de los locales con calefacción, ya que el paso del frío al calor o viceversa es negativo para la piel, sobre todo para las sensibles
- Evitar ropa o calzado no transpirable o irritante
- Sobre todo debes poner especial atención en los adultos mayores y los niños pues la aparición de placas secas, fisuras y escamas es habitual en estos grupos de población porque son más sensibles a los cambios de estación.