El gobierno de Cuautitlán Izcalli, dio de baja a 10 de los 30 comandantes de la policía municipal, luego de que el pasado lunes un jefe policiaco fue detenido junto con dos elementos, acusados de violación y robo a casa-habitación.
El alcalde, David Ulises Guzmán Palma, del PAN, señaló que una tercera parte de los policías de Cuautitlán Izcalli reprueba los exámenes aplicados por el Centro Nacional de Evaluación y Confianza, de la Secretaría de Seguridad Pública del gobierno federal.
El munícipe destacó, en conferencia de prensa, que sólo ocho jefes de sector fueron ratificados en sus cargos, 10 fueron destituidos y 12 continuarán en observación.
Explicó que el gobierno local aplicó 350 encuestas en cada colonia del municipio, cuyos resultados rechazaron el trabajo de los 10 comandantes cesados, por lo que fue la propia ciudadanía la que determinó removerlos de sus cargos.
Reconoció igualmente que 12 policías de Cuautitlán Izcalli permanecen en prisión como presuntos responsables de cometer diversos delitos: siete de ellos por homicidio contra un joven al que detuvieron, dos por extorsión a un menor de edad y tres por violación y robo.
Guzmán Palma aseguró que no tolerará a malos policías, por lo que fue el gobierno municipal quien proporcionó información a la Procuraduría de Justicia de la entidad que concluyó con la detención, el pasado lunes, de tres policías municipales acusados de violación y robo a casa habitación, uno de los cuales se desempeñaba como comandante de sector.
El munícipe aclaró que aún no se aplican los llamados exámenes de confianza a la totalidad de los mil policías de Cuautitlán Izcalli, aunque la prueba es reprobada por uno de cada tres elementos que la realiza.
Asimismo, Guzmán Palma no descartó que organizaciones delictivas operen en el municipio, aunque el combate a este problema corresponde a las autoridades estatales y federales.
Puntualizó que el gobierno local no tiene obligación de contar con «un mapa del crimen organizado», aunque ha detectado que algunas células delictivas «son una especie de franquicia», ya que «de repente alguien dice que su bandida es de La Familia, tal vez porque les da cierta protección o prestigio».
Por último, dijo que la destitución de los 10 jefes policiacos obedece a que «se está metiendo el acelerador a fondo para la renovación de policías y, en éste municipio, cuando se detecta que hay una acción extraña de los uniformados, se informa al Ministerio Público, para que sean ellos quienes determinen su responsabilidad o no».