Sacar adelante a una empresa grande o pequeña, es un trabajo duro. No importar el tipo de negocio o la época en que nació. La mayoría no logra superar los primeros años de vida. Imagina una que cumple 90 años. Es el caso de la mercería y papelería El Venado, uno de los establecimientos más longevos de la ciudad de Toluca. Desde 1930, la han manejado tres generaciones de la familia Guerra y la cuarta sigue trabajando cada día por mantenerla en el mercado.
Ubicada sobre la calle independencia, en el corazón de la ciudad, El Venado ha permanecido por la atención, una constante renovación y la diversidad en el surtido, pero sobre todo por el arduo trabajo de sus propietarios. Abrió sus puertas en un pequeño local llamado “La Arañita”, de los llamados cajones, con la venta de cobijas, ropa, juguetes, mercería y ferretería:
El dueño, don Miguel, de origen libanés, recuerda que: “empezaron ahí, era una cortinita, un cajoncito, mediría tres de frente por seis de fondo, y empezaron a hacer ahí su venta. Junto estaba la violeta, que esa si era ya una mercería muy grande”.
Un arduo trabajo, asegura, ha sido clave para permanecer en el mercado, así como la atención personalizada a sus clientes. Un negocio que comenzó empleando a cuatro personas y que suman 150 en la actualidad. El buen precio y amplio surtido, añade, han sido también determinantes.
En la actualidad, El venado cuenta con un amplio espacio y se ha especializado en la venta de productos de mercería y papelería. En su estructura se esconde una historia de crecimiento, pero también de crisis. Don Miguel recuerda todavía cuando hace poco más de 20 años se desprendió la bóveda del Río Verdiguel y arrasó con gran parte de los productos de la bodega de la tienda.
Su historia de permanencia en el mercado la ha conjugado también con la renovación constante a través de las ventas por catálogo en internet, publicidad en redes sociales, la implementación de tecnología y la más reciente expansión, con la apertura de otras sucursales en municipios del Valle de Toluca.
La familia nunca ha estado sola. Ha contado con la ayuda de San Charbel, a quien se han encomendado desde siempre. Aunque en los tiempos de crisis aplica la filosofía de “apretarse el cinturón”, también lo han sido para buscar oportunidades “siempre hay un hueco de oportunidades cuando hay crisis”.
El venado no sólo da atención a la venta a detalle. Gran parte de los clientes de la venta mayorista. Sin embargo, a últimas fechas ha perdido parte de sus compradores debido a que muchos de ellos han cambios de giro y, asegura, por las bajas en las ventas del comercio en general.
Don Miguel considera esencial para la permanencia de los negocios en Toluca un acercamiento con las autoridades municipales pues señala que se está perdiendo el comercio mayorista en el centro de la ciudad debido al incremento en la afluencia vehicular y la carencia de estacionamientos. Y es que, añade, la gente ha dejado de visitar el centro de la ciudad.
