De marzo de 2020 a diciembre de 2022, el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia en el Estado de México, recibió a un total de 749 niños y niñas a sus albergues, debido a que cruzaban por algún grado de violencia.

Rubén Montenegro Procurador de niñas, niños y adolescentes del DIFEM, explicó que durante la temporada de pandemia, se registró un aumento en los ingresos de menores, que al estar en casa sufrían de alguna vulneración a sus derechos.
De ahí que considerará que la violencia aumentó durante la pandemia de COVID-19, aunque reconoció que no todos los casos fueron denunciados.
Al respecto, la UNICEF, informó que antes de la pandemia, América Latina y el Caribe ya registraba una alta prevalencia de violencia contra la niñez.
La disciplina violenta –que incluye el uso de castigo físico y psicológico– afectaba a casi 75 por ciento de los niños y niñas de 3 a 4 años, de los cuales más de la mitad sufría castigo físico.
La propagación de la COVID-19 y algunas de las medidas tomadas para frenarla, como el aislamiento social, exacerban el riesgo de violencia contra niños y niñas.