En el Estado de México cada año se van 90 mil personas a radicar a otros estados o países y llegan 60 mil. Esto, al paso de los años, ha generado un déficit de al menos 110 mil viviendas para cubrir la demanda de las nuevas familias, las que crecen y aquellas que han decidido llegar a vivir a la entidad.
Manuel González, director de la Cámara Nacional para el Desarrollo de Vivienda, señaló que hay un déficit anual de 30 mil casas de todos los tipos y en todos los municipios que no ha podido ser cubierto, aun cuando éste podría ser uno de los grandes detonantes de la economía en el país.
La llegada de inversiones y el fenómeno de relocalización de empresas ha generado aún más presión, esto se suma a las condiciones de costo y espacio que existen en la Ciudad de México, la cual, para muchas personas, ya no es una opción.
«La ciudad de México también ha crecido y expulsa gente por lo caro que es el suelo mucha gente sale de la ciudad de México y otra llega… ahí hay un rezago a nivel nacional, sobre todo en el Valle de México, recordemos que el Estado de México tiene un tema de mucha población que viene de muchos estados», enfatizó.
Señaló que para los desarrolladores de vivienda un punto fundamental es el desarrollo de los polos donde se pretende construir casas habitación, es decir, consolidar obras de conectividad, servicio como el agua, drenaje, iluminación, rutas de transporte público, servicios comerciales y oferta laboral, con el fin de no desarrollar polos que más tarde se conviertan en ciudades dormitorio o bien espacios habitacionales abandonados.
Actualmente el sector privado en el Estado de México tiene la capacidad de desarrollar alrededor de 22 mil viviendas anualmente, por lo que, el reto es mayúsculo.