El voto y la urna electrónica que se habían utilizado en algunas entidades y que habría mostrado un avance significativo en los últimos años en estados como en Jalisco, Coahuila y el Distrito Federal, hoy se ve en retroceso pues la Ley 2013-2014 y la reciente reforma electoral ya no lo contempla.
Según informó el consejero del INE, Marco Antonio Baños Martínez el uso de esta tecnología en los procesos electorales supondrían un ahorro de tiempo y dinero, pues el esquema de capacitación para los funcionarios de casilla serían menores y los resultados se darían en un esquema de rapidez y precisión.
“No se ha permitido el voto electrónico a nivel federal, ahora el INE está buscando tener un sistema de votación de los mexicanos extranjeros por la vía de internet y si se logra establecer ese precedente, se darán elementos importantes para que en futuras elecciones vayamos avanzando el uso de la urna electrónica” dijo.
El funcionario federal brindó un panorama cercano a lo que podría ahorrarse con el uso de las urnas electrónicas ya que en 2015, la integración e instalación de 148 mil casillas tuvo un costo de 2 mil 300 millones de pesos a nivel nacional, y se estima que para la elección del 2018 se impriman cerca de 300 millones de boletas las cuales se adquieren en un precio de 60 centavos cada una, mientras que las urnas electrónicas tienen un monto aproximado de 25 mil pesos y con el auge de la tecnología podría ser aún menor.
A consideración del consejero electoral el país se encuentra en las condiciones de usarlas en los procesos electorales, pero lamentó que también los partidos políticos “le tienen miedo” pues hacen muchas mediciones políticas pero afirma que los niveles de seguridad que manifiesta este método de elección es viable.
