La oclusión dental es el contacto que se establece entre los dientes superiores e inferiores y cuando la mordida entre ambas mandíbulas es imperfecta se presentan problemas de postura, así lo asegura un estudio realizado por investigadores españoles y alemanes.
Estos problemas aumentan cuando se dan ciertas condiciones en el paciente, como la fatiga o la inestabilidad.
El estudio revela que la oclusión se ha relacionado con diferentes alteraciones motoras y fisiológicas, pero si se corrigen las maloclusiones y se lleva la posición mandibular a un punto neutro, se mejora el control postural tanto en equilibrio estático como en movimiento.
En los deportistas, la relación puede ser determinante tanto en el rendimiento final como en la prevención de lesiones como torceduras, distensiones y fracturas, por desequilibrios inesperados a medida que la fatiga es mayor y la capacidad de respuesta motora disminuye.
Los expertos señalan que tanto para la población general como para los deportistas es importante corregir la oclusión dental para mejorar el control postular y evitar posibles caídas o desequilibrios por falta de reacción del sistema motor.