Lo que parece ser estas fechas la mejor época del año para otros es la peor. Se trata de la depresión navideña.
Por un lado, la navidad pone reflexivos a muchos que hacen un recuento de lo hecho en el año que termina, y no les satisface y produce tristeza. Por otro lado, las fiestas les generan estrés por las reuniones familiares.
Asimismo, les altera la falta de luz solar y la regulación del estado de ánimo, haciéndolos más propensos a episodios de desolación. La situación se complica desde luego para quienes ya tienen valoración de depresión o ansiedad.
También existe el diagnóstico en esta época del Trastorno Afectivo Estacional de invierno, que es otra forma de llamarle a la depresión en este periodo y se incluyen síntomas como insomnio o mal humor. A la par, la Asociación Americana de Psicología agrega que los periodos vacacionales crean otro grado de tensión en otras personas.
La depresión navideña es más común de lo que crees y para superarla se necesita atención especializada; es tratable y temporal.