La adolescencia es un periodo comprendido entre los 12 y 18 años de edad, en el cual se experimentan cambios muy significativos en los aspectos: físico, cognitivo y de desarrollo social.
El doctor Luis Sergio Ponce Guadarrama psiquiatra adscrito al Hospital General Regional No. 220 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) Delegación Estado de México Poniente explicó que debido a estos cambios, puede llegar a presentarse depresión, una condición en la que predominan los síntomas afectivos como tristeza, decaimiento, irritabilidad, malestar e impotencia además de cambios en la percepción del ambiente y su adaptación a este.
Cuando un adolescente presenta signos de aumento o descenso de peso, hipo o hipersomia (dormir de más o de menos), disminución de rendimiento académico, dificultad para concentrarse, pérdida de energía, ausencia de motivación, baja autoestima, perdida de interés por actividades que antes le agradaban podría estar pasando por una depresión.
Asimismo la disminución de la interacción social y familiar, deseo continuo de estar solo o no ser molestado, actividades autodestructivas y pensamientos recurrentes de muerte o suicidio podrían estar relacionados con este mal.
Derivado de la depresión suelen presentarse casos de suicidio el cual es considerado la tercera causa de muerte entre los adolescentes de entre 15 y 19 años de edad en México.
La mayoría de los padres consideran que los cambios de humor de sus hijos adolescentes son una etapa normal sin embargo cuando los síntomas antes mencionados están presentes por más de dos semanas es importante acudir con un especialista.
Estar tristes por una pérdida, haber reprobado un examen, una ruptura amorosa, entre otras circunstancias son normales no obstante si en más de dos semanas no es asimilado es necesario buscar ayuda profesional.
El doctor Ponce Guadarrama indicó que los adolescentes deprimidos que reciben ayuda terapéutica mejoran notablemente su calidad de vida y la mejor noticia es que la depresión se cura.
Finalmente destacó que es importante tomar en cuenta que el tratamiento de este padecimiento puede incluir medicamentos o solo terapia psicológica y en muchos casos la combinación de los dos.
