Hematólogos del Reino Unido confirmaron que el sistema ‘Er’, recientemente descubierto, podría ser considerado un nuevo conjunto de grupos sanguíneos, el 44 en ser descrito. Nicole Thornton y sus colegas decidieron investigar qué podría estar detrás de unos misteriosos y raros anticuerpos que reaccionaban ante los glóbulos rojos de la sangre y ocasionaban la muerte de recién nacidos. En su estudio pudieron trabajar con las muestras históricas de sangre de solo 13 personas, reunidas durante 40 años, y aplicaron recientes tecnologías de análisis molecular para resolver el enigma, comunicaron este martes.
Después de comparar los genes de los pacientes en estudio, Thornton tuvo la sospecha de que una proteína llamada Piezo1, que se encuentra en la superficie de los glóbulos rojos, estaba involucrada en esta reacción de los anticuerpos. Ella y su equipo notaron que la proteína varía en las personas con diferentes tipos de sangre ‘Er’. Como resultado de estas pequeñas variaciones, las células sanguíneas con la proteína Piezo1 más común aparecen como extrañas para el sistema inmunológico de las personas que tienen las variantes raras de esta misma proteína. “Trabajamos en casos raros”, comentó Thornton.
La sospecha de que Piezo1 era la causante de la incompatibilidad sanguínea, la comprobaron haciendo reaccionar estos anticuerpos con las cinco variantes naturales de esta proteína (antígenos) creadas en el laboratorio con técnicas de ingeniería genética. “Era algo que no podrías haber hecho hace unos años”, dijo Ash Toye, profesor en la Universidad de Bristol.
Los investigadores esperan que, en una reunión de la Sociedad Internacional de Transfusión de Sangre, a finales de año, se ratifique oficialmente este nuevo sistema de grupos sanguíneos. El esfuerzo para hacer el descubrimiento fue “enorme”, subrayó Neil Avent, profesor de la Universidad de Plymouth, que no participó en el trabajo.
La carrera por dilucidar el secreto
Un grupo de investigadores norteamericanos también había intentado ser el primero en desentrañar los secretos del nuevo grupo sanguíneo, pero fueron derrotados en este empeño por el equipo del Reino Unido. “Eso sucede en este campo”, dice Connie Westhoff del New York Blood Center, EE. UU. “A menudo sabemos que estamos compitiendo para encontrar la solución en varios laboratorios diferentes”. Ella y sus colegas piensan que posiblemente haya más mutaciones genéticas por descubrir asociadas con esta sangre rara.
La importancia del estudio
“Descubrir un nuevo sistema de grupos sanguíneos es como descubrir un nuevo planeta. Amplía el panorama de nuestra realidad”, comentó Daniela Hermelin de la Facultad de Medicina de la Universidad de Saint Louis, EE. UU., que no participó en el estudio. Según esta experta el conocimiento de los grupos ‘Er’ ayudará a solucionar problemas relacionados con la incompatibilidad sanguínea, que puede afectar a las mujeres embarazadas y sus bebés. Dice también que será posible buscar e identificar a los pacientes que tienen esta sangre problemática para estar atentos a sus necesidades en caso de emergencias. “Tenemos nuestras pruebas configuradas para poder hacer eso”, agregó Thornton. Deberíamos ser capaces de cultivar glóbulos rojos para ofrecer a estos pacientes con fines de transfusión.