Un equipo científico del Instituto Nacional de Investigación de Astronomía y Geofísica de Egipto, en conjunto con dos universidades japonesas, descubrió una “anomalía eléctrica altamente resistiva” escondida debajo de la superficie del Cementerio Occidental, adyacente a la gran pirámide de Keops en Guiza.
El equipo empleó un radar de penetración terrestre (GPR, por sus siglas en inglés) y un dispositivo de tomografía de resistividad eléctrica (ERT, por sus siglas en inglés) para realizar una amplia exploración geofísica de la zona desde el 2021. Los investigadores descubrieron una estructura poco profunda, de hasta 2 metros de profundidad y rellena de arena, conectada a una estructura más profunda.
La estructura poco profunda, que tiene forma de L y un área aproximada 10 m × 15 m, fue fotografiada claramente por el GPR. Los científicos consideran que esta estructura pudo haber sido una entrada a la estructura más profunda donde el ERT revela una anomalía eléctrica altamente resistiva, que se extiende sobre un área de aproximadamente 10 m x 10 m. La profundidad de la estructura es de unos 5 a 10 m por debajo de la superficie. También sugieren que el material eléctricamente resistivo “puede ser una mezcla de arena y grava, incluidos espacios escasos o huecos de aire en su interior”.
Independientemente de que los investigadores no pudieron determinar el material que causa la anomalía, señalaron que puede ser una gran estructura arqueológica subterránea. Atendiendo a las características discernidas, plantearon la hipótesis de que “que la estructura que causa las anomalías podrían ser paredes verticales de piedra caliza o pozos que conducen a la estructura de una tumba”. “Sin embargo, sería necesario un estudio más detallado para confirmar esta posibilidad”, agregan. Asimismo, consideraron que la continuidad de la estructura superficial y la estructura profunda y grande es importante.