Aunque los del festejo de hoy no escuchan, corresponde tenerlos muy presentes para emprender acciones sobre sus necesidades e inquietudes. Hoy es el Día de Internacional de la Sordera. Una fecha que reúne a todos aquellos que nacieron sordos o que han padecido alguna enfermedad o traumatismo que les propició la sordera. También están incluidos, por supuesto, los adultos mayores que por su edad experimentan el deterioro de la audición.
La sordera representa para quienes la padecen problemas de comunicación con el resto de las personas y en consecuencia, carencias de formación educativa, fuentes de trabajo y acceso a servicios de salud pues solo hay unos 50 traductores certificados a lo largo y ancho del país.
Si bien lo inmediato sería aumentar el número de traductores y de instancias que se especialicen en el desarrollo de los 11 de cada cien mexicanos, ¿porqué no nos proponemos aprender el resto de los nacidos en este país sobre el lenguaje de señas?
Es decir, otro idioma, basado en gestos, señas, espacio y la vista. ¿Porqué habríamos de estar nosotros limitados a nuestro solo lenguaje hablado?
